Tras un día de descanso luego de la dura goleada sufrida en Paraná frente a Patronato (3-0), Boca volvió a los entrenamientos con noticias positivas y con la premisa de dar vuelta la página para volver al triunfo contra Platense.

El entrenador Hugo Ibarra recuperó a los defensores Nicolás Figal y Gabriel Aranda, quienes superaron sus respectivas lesiones. Serán claves para el armado del equipo frente al Calamar, ya que la salida de Carlos Izquierdoz al fútbol de España -enfrentado con el Consejo de fútbol-, se le sumó este lunes la baja de Marcos Rojo, quien padece un desgarro y no será parte los próximos cuatro compromisos.

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Si bien la zaga central estuvo compuesta por Carlos Zambrano y Facundo Roncaglia, no habría que descartar la posibilidad de que el técnico de un golpe de timón y meta mano, ya que el peruano viene con un nivel bajo y el surgido en Boca -que retornó en este mercado de pases- estuvo muy lejos de redondear una buena actuación en la que se lo notó falto de ritmo.

Ante este panorama, Figal y Aranda hicieron la primera parte de la práctica -a puertas abiertas- a la par del plantel. Por el lado del ex Independiente, que sufrió una distensión grado dos del ligamento lateral interno de la rodilla derecha, todavía le faltaría un tiempo para volver a las canchas pero no esta descartado. Mientras que Aranda, quien tuvo un esguince en el tobillo izquierdo, estaría disponible para jugar el sábado ante Platense.

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