Bangladesh vive con pasión y como propia la final entre Argentina y Brasil
Más de 15.000 kilómetros separan al país asiático de Río de Janeiro, donde Brasil y Argentina juegan este sábado la final de la Copa América, pero la pasión local por los dos gigantes del fútbol sudamericano acorta distancias.
Aún cuando el cricket es el principal deporte de Bangladesh, y a pesar de la enorme distancia respecto de donde se disputará este sábado la final de la Copa América entre Argentina y Brasil, la previa se viene palpitando en el país asiático con una pasión que deriva en disturbios y enfrentamientos entre aficionados de los clásicos rivales de Sudamérica.
Tal es así que la policía tuvo que prohibir las aglomeraciones en la calle para seguir el partido que definirá quién es el campeón a través de pantallas.
En Brahmabaria, a 120 kilómetros al este de DacaBangladesh, en el sudeste asiático, la rivalidad entre los seguidores de la verdeamarela y la albiceleste, que viene de lejos, detonó en una descomunal gresca durante la semifinal entre Brasil y Perú, después que dos fanáticos discutieran sobre cuál de los finalistas juega mejor al fútbol.
Las palabras fueron subiendo de tono y se pasó a las agresiones físicas, tras lo cual sobrevino la batahola.
"Hemos pedido a los habitantes que no vean el partido en pantallas gigantes. Fuimos a los pueblos y les dijimos que no pueden reunirse durante la final", afirmó el jefe de la policía bangladés.
El gusto por el fútbol en Bangladesh
A pesar de las trágicas noticias en Bangladesh, llama la atención la pasión que se les profesa en Bangladesh a las representaciones futbolísticas de países tan lejanos como Argentina o Brasil.
Se remiten a 1986, en el Mundial de México, cuando muchos bangladesíes quedaron conmovidos con la actuación de Diego Armando Maradona, quien lideró a la selección blanquiceleste a ganar la Copa del Mundo.
El partido más memorable fue contra Inglaterra en cuartos de final, en el cual la "mano de Dios" y el "gol del siglo" marcaron a toda una generación.
La victoria de la albiceleste en 1986 fue vista por muchos como una reivindicación contra el poderío británico, tras aquel conflicto bélico que enfrentó a Reino Unido y Argentina en 1982.
El sentimiento fue compartido en Bangladesh, ya que durante cerca de 200 años, hasta 1947, fue parte de la antigua India colonial bajo máxima influencia británica.
La pasión por Argentina generó mucho revuelo con aquellos que apoyaban a Brasil, su máximo rival en el continente. Es que los bangladesíes comenzaron a llevarse muy bien con los países latinoamericanos.