Argentina sufrió el síndrome del conformismo
El seleccionado que dirige Sacaloni se quedó sin intenciones y sin conceptos de juego en el debut en las eliminatorias.
Por Diego Provenzano
La identidad de la que tanto se jactó la era de Lionel Scaloni pareció haberse esfumado con la pandemia de coronavirus: la frescura, verticalidad y desfachatez de la Selección argentina sólo quedó en intenciones y le faltó conceptos para poder dominar futbolísticamente a un pobre rival.
Casi un año pasó del último partido de la Argentina -gira por Arabia e Israel con victoria ante Brasil y empate contra Uruguay-, pero muy poco se vio de aquella Selección que ilusionaba, que apenas tuvo un entrenamiento esta semana.
La pandemia del coronavirus evidentemente complotó contra el crecimiento que había evidenciado, encontrando recambio generacional condescendiente al juego.
La circulación de la pelota fue el peor mal argentino, porque careció de conceptos para poder resolver la telaraña defensiva que buscó tejer el entrenador argentino Gustavo Alfaro en su debut con Ecuador.
Cuando los laterales subían por las bandas -la mayoría de las veces eligió la derecha con el tándem Montiel/Ocampos-, faltaba el pase interior; cuando la pelota circulaba por el centro, faltaba el apoyo en el costado.
Y ni siquiera contó con ese atrevimiento para romper líneas en conducción, salvo el momento en el que Ocampos, a pura potencia, generó la jugada del penal que definió el partido.
Scaloni quiso protegerse para que Ecuador no le corra de contragolpe y por eso "bancó" a Acuña y De Paul -de lo más dinámico y participativo, sin tanta efectividad-, por encima de un Salvio o "Papu" Gómez que permitiera tener más presencia ofensiva.
La faceta defensiva fue lo mejor, con Lucas Martínez Quarta como bandera, pudiendo trasladar su gran momento en River que le valió la transferencia a la Fiorentina de Italia, al campo de juego con la camiseta albiceleste: rápido en los anticipos y con criterio en la salida.
Fue el síndrome del conformismo para la Selección, que tendrá que reencontrarse con el camino que había ilusionado de cara a la Copa América 2020, reprogramada para el año próximo en Argentina-Colombia.