Los principales referentes de la barra brava de Boca Juniors, entre ellos Rafael Di Zeo y Mauro Martín, fueron absueltos sin siquiera realizar el juicio oral y público, en una causa en la que estaban acusados de ayudar a un prófugo de la Justicia a eludir una orden de detención en las tribunas de La Bombonera.

Los hechos ocurrieron el 19 de mayo de 2015, cuando Boca enfrentó a Nacional de Uruguay por Copa Libertadores y entre los barra bravas locales estaba Maximiliano Germán Oetinger, sobre quien pesaba una orden de detención de un juzgado de San Martín en una causa por un secuestro extorsivo.

Un empleado de Seguridad de Boca, Guillermo Darío Bunetta, le avisó a Oetinger sobre un operativo para detenerlo, por lo que el barra se bajó de un para-avalanchas, habló por teléfono con alguien, se cambió de ropas, volvió a la tribunal y tras el final del partido salió rodeado y oculto entre “70 u 80” integrantes de “La Doce”.

Brunetta y los barras fueron procesados por el delito de “encubrimiento agravado”, pero, cuando la causa estaba en la antesala del juicio oral, el fiscal Marcelo Colombo decidió no formular acusación.

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El principal argumento es que Brunetta, el empleado de Seguridad de Boca, murió, y al resto de los imputados no alcanzaban las pruebas para llevarlos a juicio.

Colombo destacó la “falta de necesidad de la realización del juicio oral” y la jueza Sabrina Namer coincidió con ese criterio.

El fallo benefició, además de a Di Zeo y Martín, a los imputados

Eduardo Trípodi, Carlos Maciel, Luis Arrieta, Gustavo Iglesias, Ariel Pinazzi, Christian Roblero, Carlos Santa Cruz, Antonio Viñales, Miguel Ángel de Santis y Eduardo Aballay.

“El juicio sería un dispendio jurisdiccional para todas las partes  una demora injustificada para la resolución de los conflictos para los imputados”, sostuvo el fiscal Colombo.