San Lorenzo sigue sin ganar en el Nuevo Gasómetro y la crisis parece no tener fin
Insua intentó cambiar la pálida imagen del Ciclón, sin embargo su equipo pese a ganarlo cómodo terminó igualando y explotó la tribuna en clima tenso que hace mirar lo promedios de reojo.
San Lorenzo empató 3 a 3 con Arsenal de Sarandí en un cambiante e irracional partido disputado en el Nuevo Gasómetro, donde el equipo de Ruben Darío Insua sigue sin cosechar una victoria en lo que va del año con la que pueda apaciguar la crisis institucional y deportiva.
Con un equipo plagado de juveniles, con siete de once jugadores surgidos de la cantera, San Lorenzo salió a dejar atrás los fantasmas pero la suerte no estaba de su lado y en una de sus pocas llegadas, Arsenal rompió el cero en el marcador y llenó de incertidumbre al conjunto azulgrana.
Empujado por la hinchada, el elenco de Insua fue por la remontada y se acercó al arco defendido por Alejandro Medina, aunque sin eficacia para estampar el empate.
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Así llegó el entretiempo y recrudeció el pedido multitudinario de adelantar las elecciones, con fuertes críticas a la dirigencia que llovieron desde las tribunas.
Con el comienzo del complemento, el "Gallego" dispuso tres modificaciones al mismo tiempo y creció el desconcierto: dejaron el campo de juego Francisco Perruzzi, Agustín Martegani y Adam Bareiro, reemplazados por Néstor Ortigoza, Malcom Braida e Iván Leguizamón.
No obstante, la fórmula pareció funcionar porque el local no solo lo dio vuelta, sino que golpeó tres veces y se puso 3-1, lo que desató la fiesta en el Nuevo Gasómetro.
Pero cuando todo indicaba que se iba a acabar la maldición del 2022, la visita reaccionó y con dos situaciones fugaces volvió a empardar el resultado: sentenció el 3 a 3 y aplastó la ilusión de un San Lorenzo que no encontraba explicaciones.
Después, pese a los intentos de ambas partes, el marcador no sufrió nuevos cambios y se repartieron los puntos en la tercera jornada de la Liga Profesional.
Con respaldo a los pibes y la persistencia de los reclamos, la hinchada despidió a los futbolistas y culminó una tarde irracional para el conjunto de Boedo, que no logra apagar el incendio y mira, ya más fijamente que de reojo, la tabla de los promedios.