A 25 años del debut de Maradona como boxeador
El 10 se subió al ring y no dejó dudas de que lo suyo siempre fue el deporte, en cualquier formato. Los detalles de aquella pelea inolvidable con Santos "Falucho" Laciar.
Más allá de haber dejado una huella imborrable en el fútbol, si algo caracterizó a Diego Maradona fue su interés por el deporte en general. Muestra de ello fue su "debut" como boxeador, del cual hoy se cumplen 25 años, contra nada menos que un campeón mundial.
El escenario fue el ring montado en el gimnasio cubierto del club General Paz Juniors, de la ciudad de Córdoba. El rival fue el local Santos Benigno Laciar, conocido como "Falucho".
La razón de la pelea fue homenajear al púgil en el aniversario número 15 de su triunfo ante Peter Mathebula en la ciudad sudafricana de Soweto, donde se alzó con el título de la categoría mosca de la AMB por knock out en el séptimo round.
"Sé que tenía un poco de miedo de enfrentarme", ironizó el 10 en la conferencia de prensa que brindó antes de pelear con el campeón mundial: en el pesaje el futbolista marcó 73,5 kilos, mientras que la balanza señaló que el boxeador estaba en 61,450.
Jab, recto, gancho, uppercut. De derecha y de izquierda. El 10, como a lo largo de toda su vida, mostró que había nacido para el deporte: arriba del cuadrilátero se movió como un experto en el boxeo.
No se amilanó ante el campeón mundial, ni se distrajo ante los chistes de Miguel del Sel, que ofició de árbitro. "A caradura no me van a ganar. Estoy contento, felicísimo de haber podido tirar una trompada a Falucho, que es el sueño de todo argentino", afirmó Maradona al finalizar la pelea.
En el público no estuvieron sus hijas Dalma y Gianinna y, tras el combate, el Diego explicó el por qué de la ausencia: "Me hubiese encantando, pero son dos Sarmientito y no quieren faltar al colegio".
Como no podía ser de otra manera, el 10 terminó la jornada haciendo jueguito con la pelota arriba del ring, ante la atenta mirada de Don Diego y deportistas como el basquetbolista Marcelo Milanesio, el ex futbolista Daniel Willington y el boxeador Gustavo Ballas.
El cierre estuvo a cargo de Trulalá, quienes pusieron la música para que el Diego bailara, como lo había hecho minutos antes frente a Santos Laciar y como lo hizo durante toda su vida cuando corrió con la pelota.