A minutos de iniciar el partido de Argentina ante Venezuela, el mal estado del campo de juego, debido a las fuertes lluvias en Maturín, alertó a los jugadores de ambos equipos y a los propios dirigentes de la Conmebol.

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Si bien desde hace horas hay varios ayudantes tratando de espacir el agua del campo de juego, cuando el Seleccionado argentino salió a realizar el calentamiento, la pelota no picaba y tampoco rodaba bien en el campo.

De esta forma, se está determinando si el partido se atrasará unas horas o se suspenderá.

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