Sofonisba Anguissola, una mujer fascinante: esta vez la genialidad tuvo rostro de mujer
"Isabel de Valois, sosteniendo un retrato de Felipe II" atribuido a Sofonisba Anguissola.
Por Gisela A. Asmundo.
Aproximación a la obra:
La atribución todavía no esta reafirmada por los especialistas.
Esta obra debe enmarcarse en el retrato cortesano del siglo XVI. El retrato cortesano de la casa de Austria, es una tipología que se fue desarrollando a lo largo del siglo XVI y se fijó a través de Tiziano en los retratos de Carlos V y Felipe II. Se consiguió crear lo que pretendían los emperadores y los reyes una imagen portentosa de autoridad, una representación de ellos mismos en su ausencia en los territorios donde no podían estar.
Este es un retrato de cuerpo entero, en donde podemos ver como la reina viste una bellísima saya negra con mangas de punta, y con cola que se arrolla por detrás. Las mangas están sujetas con botones de rubíes y diamantes por donde se asoman las manguillas en plata y oro. La saya entera va dotada con aplicaciones de terciopelo con distintas texturas y tonalidades de negro. El negro brillante e intenso de los ropajes era muy característico de la época de este reinado. Se obtenía de la extracción de la tintura vegetal del árbol denominado palo de campeche proveniente de la península de Yucatan, en Mexico. Felipe II comercializaba esta tintura con las demás cortes. La moda española de aquel entonces se había convertido en un referente europeo.
Isabel de Valois se alza adornada con una multitud de joyas entrelazadas en sus cabellos, tal como se peinaba a diario. La reina sostiene en una de sus manos una miniatura de su marido Felipe II. Se sabe que Sofonisba Anguissola sabia pintar miniaturas por haber estado en contacto con el afamado miniaturista del momento Giulio Clovio. Junto a la reina se yergue una columna de jaspes policromos en mármol. Este detalle es característico en los retratos de estado que hacían alusión a la casa real.
Ver más: "La Tempestad", la pintura mas conocida y magnífica del artista Oskar Kokoschka
¿Quién fue la magnífica retratista Sofonisba Anguissola?
Sin haber sido una pintora profesional dio visibilidad a todas quienes la sucederían. No fue la primera, pero por su personalidad y por su posición aristocrática logró lo que muchas no pudieron alcanzar.
Nació en Cremona, Italia alrededor de 1535.
Los Anguissola Ponzoni tenían origen noble pero no poseían ni rentas ni suficiente dinero, por lo tanto sus hijas debían buscar una manera acorde con la época para lograr un buen acomodo social. En términos de aquel entonces su padre tuvo "el inconveniente" de tener seis hijas y un solo varón. Estas jóvenes no podían trabajar y requerían de una dote si es que querían esposarse.
Amílcare, su padre, tuvo un papel importante en la sociedad, formó parte del consejo de los Decuriones, que gobernó la ciudad de Cremona en nombre del imperio español de Felipe II. Esta actividad le permitió establecer contactos importantes con los españoles y los italianos a la vista. Bianca Ponzoni, su madre jugó un rol destacado en la familia con su conocimiento de alto rango, probablemente logró promover el talento artístico de sus hijas. Amílcare va estar en contacto con Bernardino Campi futuro maestro de pintura de Sofonisba. Este maestro fue un notabilísimo pintor en Cremona. Cuando tuvo que viajar a Milan por una serie de contratos nuevos lo reemplazó Bernardino Gatti, otro formidable pintor con buena fama como retratista.
En ese entorno Sofonisba acompañada de su segunda hermana Helena va a frecuentar el estudio de Bernardino Campi, aunque también parte de sus estudios se llevaron a cabo en el domicilio familiar.
Lo que hizo Sofonisba Anguissola fue retratar a su familia y a ella misma. Fue la mujer que más veces se autorretrató en formatos de pequeñas medidas con la exposición de las virtudes de la época. En al dinastía de los Austria sobre todo los Habsburgo vamos a encontrar este tipo de apogeo de artistas femeninas. "El Manual del Perfecto Gentil Hombre” de Baltazar Castiglione se publicó en 1528 y fue un best seller. En el libro segundo se le dedica un capítulo a la formación de las mujeres. Como se debían de comportar en la sociedad como buenas hijas y esposas. Como tenía que ser su formación en un sociedad aristocrática, el saber un poco de todo, literatura, tocar un instrumento musical, cantar, pintar y bailar.
El “divino" Miguel Angel, su gran admirador:
Una carta de presentación hacia Miguel Ángel fueron dos dibujos que realizó Sofonisba. Su padre Amílcare le escribió al famoso artista y le envió el primero que es una de las hermanas de Sofonisba sonriendo ante una de la criadas que esta aprendiendo a leer. Se puede ver como la guía con el dedo y se ríe seguramente ante la torpeza de la anciana a la hora de aprender.
A Miguel Ángel le gustó el dibujo y la retó a que pudiera ahora representar el sentimiento contrario, el del llanto. Ella realizó un dibujo de sus hermanos en donde Asdrubal es picado por una cangrejo llevado en una canasta por su hermana, el niño aparece llorando. Esos dibujos se convertirían en una especie de carta de presentación de la artista Sofonisba Anguissola ante la sociedad. No solo logró la admiración de Miguel Ángel sino que el mismo historiador de la época Giorgio Vasari la nombró en su famoso libro "Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos”.
Su llegada a La Corte Española:
En el año 1560 Sofonisba entró en la Corte Española, como maestra de dibujo de la reina Isabel de Valois formando parte del séquito de damas de compañía. Cuando Felipe II se iba a casar con su tercera esposa Isabel de Valois, una sofisticada jovencita de La Corte Francesa, el duque de Alba que fue el que le representaba por Paris, le recomienda que estuviera entre las damas de corte alguien de los territorios españoles del Milanesado que era la famosísima Sofonisba. Ella era una joven mayor edad que formaría parte de la casa de la reina, ser dama de corte era muy importante. Además el rey se convertiría en su tutor, él mismo se aseguraría de buscarle un marido acorde con su condición y la dotaría económicamente. Por lo tanto ella como su familia consiguieron una posición muy importante. El primer año y medio se va a dedicar a instruir a la reina sobre el dibujo y la pintura. Existen cartas de la reina a su madre Catalina de Médici en las que le envió algunos dibujos, mostrándole su progreso. A Isabel de Valois le gustaba jugar a las cartas y otros entretenimientos, siempre aparecía bellísimamente vestida y peinada.
Isabel de Valois era hija de Enrique II y de Catalina de Medici, de Francia . La paz del tratado de Catêau-Cambresis (3 de abril de 1559) incluyó entre sus cláusulas la celebración del matrimonio entre Felipe II y la adolescente segundogénita del rey de Francia, conocida desde entonces como “Isabel de la Paz”. La boda se celebró por poderes el 28 de junio de 1559 en la catedral de Notre Dame de París. Tal como imponía el protocolo, Felipe II no viajó a Francia, aunque se encontraba muy cerca, en Bruselas.
Le representó en la ceremonia, como alter ego, el duque de Alba. En un torneo que se realizó por los festejos el rey de Francia Enrique II fue herido en un ojo y murió al poco tiempo, pasando a ser Catalina de Médici mucho tiempo regente en Francia.
Las exequias por el fallecimiento del soberano francés y la proclamación del heredero retrasaron la partida de Isabel de Valois a España. Finalmente, en noviembre de 1559 emprendió viaje hacia la Península.
La boda se celebró en el Palacio del Infantado de Guadalajara y fue una boda muy fastuosa que tenía que simbolizar el poder de ambas dinastías y la unión. Una de las obligaciones de la mujeres era la de dar descendencia, en el caso de Isabel de Valois solo tuvo dos hijas. Murió con tan solo 22 años en su tercer parto en el que nació una hija muerta.
Después de la muerte de Isabel de Valois en 1568 Sofonisba Anguissola se mantuvo en la corte unos pocos años más. Pasó a formar parte de la casa de Ana de Austria y se convirtió en maestra de pintura de las hijas de la anterior reina. Pero una vez que también muere Ana de Austria, decidió volver a Italia. Felipe II le arregló un matrimonio para que no volviera sin antes estar casada, con el noble Fabrizio de Moncada. Ese matrimonio duró pocos años, porque en 1578 Fabricio muere ahogado en una ataque pirata. Lo que hizo Sofonisba fue volver enamorarse poco tiempo después de un capitán llamado Orazio Lomellino, casi dos décadas más joven. Fue realmente un caso excepcional porque ella se casó sin permiso del rey en un momento en que tenía que haberlo hecho, fue un matrimonio libre, una decisión así no era lo habitual en ese momento. Desde 1581 hasta 1615 residió en Génova, donde mantuvo una posición de prestigio y fama, sus últimos diez años los pasaría en Palermo, en sus posesiones sicilianas.
En 1623, la visitó el pintor flamenco Anton van Dyck, quien escribió en su cuaderno sobre su visita: «Aunque su vista está debilitada, se mantiene aún muy alerta mentalmente».
Sofonisba Anguissola moriría en Palermo en 1625. Fue internacionalmente aclamada y respetada a lo largo de toda su vida.
Finales del siglo XV y principios del XVI fue el período más famoso del arte italiano y de los más grandes de todos los tiempos. Como sostuvo Gombrich fue la época de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel, de Rafael y Tiziano, de Corregio y Giorgione, de Durero y Holbein en el norte y de otros muchos maestros. En donde nos podríamos preguntar por qué todos esos grandes artistas nacerían en la misma época, esa proliferación de genios se formaron en el período que se conoce como "El Renacimiento".
Fue en el mismo siglo XVI que nació esta maestra formidable de la pintura, una mujer especial y diferente a las demás. En un momento de proliferación de genios ella logró ser una de las más famosas de su tiempo.
Por Gisela A. Asmundo, historiadora del arte.