Sabina donó al Instituto Cervantes su colección completa de la revista literaria Sur
El cantautor español también depositó en una caja de seguridad su sombrero bombín, un manuscrito original de una de sus canciones más icónicas y un poema de puño y letra de García Lorca.
El cantautor español Joaquín Sabina donó este martes al Instituto Cervantes de Madrid su colección completa de la revista literaria argentina Sur, con todos los ejemplares publicados entre 1931 y 1992, así como también numerosos objetos, entre ellos manuscritos, libros, fotografías, dibujos y su clásico bombín, que repasan su extensa trayectoria musical y poética.
"Es la primera vez en mi vida que en una institución de tanta prosapia y de tantísimo alcance me siento como en mi casa, me siento en mi casa... A mí me parece, ahora que se dicen tantas tonterías sobre la marca España y todo eso, que nuestra mayor riqueza, y no solo cultural, es el idioma", afirmó el cantante.
“La revista Sur fue protagonista de todo lo que sucedió no sólo en Argentina sino también en Latinoamérica, incluidos los exiliados españoles”, dijo Sabina sobre la publicación. Y añadió: “Lo que más me deslumbra es que casi todas las obras de (Jorge Luis) Borges están publicadas antes en la revista Sur”.
El artista de 72 años guardó el legado en la caja de seguridad número 1237 de la cámara acorazada, en un homenaje en el que lo acompañaron su amigo y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero; la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; el escritor Benjamín Prado y la periodista Nativel Preciado.
Otra de las reliquias que donó es un manuscrito de un poema de Federico García Lorca.
Como ejemplo de su poesía legó una primera edición de su libro "Ciento volando de catorce" con una dedicatoria manuscrita que dice: "Para el Instituto Cervantes por ser tan mi casa. Siempre". El volumen, editado por Visor, cuenta con prólogo de García Montero. Sabina lo escribió en 2001, a raíz de una crisis producida por problemas de salud.
También dejó el original manuscrito de una de sus canciones más icónicas, "Que se llama soledad", al que definió como "mi soneto favorito", junto con otra copia impresa del mismo.
Su perfil como pintor quedó patente en cuatro dibujos originales: unos gallos de pelea muy coloridos y un hombre y una mujer frente al mar en Asturias.
Durante un coloquio posterior, Sabina habló de lo que más añoran sus seguidores, su retorno a los escenarios: "Me siento bien. Pero no pienso volver a los escenarios mientras que la gente esté con mascarilla o no pueda levantarse o no pueda fumar o tomar una copa. Y me temo que eso no será, sobre todo en Latinoamérica, que (la situación por la pandemia) está peor que aquí hasta dentro de un año y medio más o menos. Pero sí, sí volveré para decir hola y adiós", concluyó el cantante.