El poeta nicaragûense Rubén Darío, homenajeado los últimos días en su país, es figura afín al tango argentino, ya que muchos autores lo citaron inspirados por sus letras románticas. La novia ausente, letra de Enrique Cadícamo, es una de las que menciona al poeta y cita una de sus inspiraciones, Sonatina.

"Y tú me pedías que te recitara/esta Sonatina que soñó Rubén: La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?/Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color", dice una parte. Y continúa: “La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro/y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor”.

También evoca al poeta nicaragûense -fallecido el 6 de febrero de 1916 a los 49 años- el tema Sólo se quiere una vez, una letra Claudio Frollo, en la que se reproducen los primeros versos de Canción de otoño en primavera. El trabajo de Manuel Guerrero Cabrera para el sitio El Coloquio de los perros recuerda las estrofas "Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro… y a veces lloro sin querer".

El cantante Floreal Ruíz, El Tata oriundo del barrio porteño de Flores, pronuncia "te fuiste para no volver" en su gloriosa e inolvidable interpretación para la orquesta de Aníbal Troilo, Pichuco. 

Por último, Alberto Marino también se refiere a Rubén Darío (Félix Rubén García Sarmiento fue su identidad real) en Noches de Luna, otro tema inolvidable, que vale la pena volver a escuchar, por eso este artículo incluye el video.