La presentación de un informe preliminar con importantes conclusiones sobre la muerte del poeta chileno Pablo Neruda, premio Nobel de Literatura en 1971 y fallecido dos semanas después del golpe de Estado de 1973, fue suspendida por segunda vez.

La presentación se aplazó hasta el próximo 15 de febrero ya que no todos los peritos están de acuerdo con las conclusiones del informe, que ratificará o desmentirá la afirmación del chofer del poeta, quien asegura desde años que fue envenenado.

“Accediendo a la solicitud de la coordinadora del panel de expertos, se fija como nueva fecha para la entrega del informe provisorio el día 15 de febrero próximo y se mantiene la de la entrega definitiva el día 7 de marzo próximo”, explicó minutos después en un comunicado la jueza del caso, Paola Plaza.

Se trata de la segunda cancelación en los últimos días, luego de que el pasado viernes la presentación del informe se suspendió debido a que uno de los peritos, el chileno Romilio Espejo, se encontraba en una zona del sur de nuestro país afectada por la gravísima ola de incendios y el fuego afectó a las comunicaciones.

El panel de expertos, integrado por científicos de países como Canadá, Dinamarca, Chile y Estados Unidos y reunidos de manera virtual y presencial desde el pasado 24 de enero, tiene que dilucidar el origen de la bacteria “clostridium botulinum” encontrada en un molar del poeta en 2017 por otro grupo de expertos.

“Se encontró una cantidad de clostridium botulinum incompatible con la vida”, aseguró el viernes Rodolfo Reyes, uno de los sobrinos del poeta, cuyos restos fueron exhumados en 2013 de su jardín en Isla Negra, en el litoral central.

El clostridium botulinum, responsable del botulismo, es un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra y la clave está en determinar si la muestra hallada fue criada en un laboratorio e inoculada después, lo que demostraría la intervención de terceros.

Aparte del hallazgo de la bacteria, los forenses internacionales concluyeron en 2017 que Neruda no falleció de cáncer, como sostenía la dictadura e indica su certificado de defunción.

La investigación arrancó en 2011 luego de que el Partido Comunista (PC), donde militaba el escritor y senador, presentó una querella cuestionando la versión de la dictadura, que apuntaba al cáncer metastásico y a la caquexia como la causa de muerte.

La denuncia se basó en el testimonio de Manuel Araya, antiguo chofer del poeta y quien sostiene que fue envenenado con químicos por el régimen cuando acudió por un empeoramiento de su estado de salud a la Clínica Santa María, en Santiago.