El año era 1969 y los jóvenes estadounidenses estaban experimentando un proceso de cambio social muy fuerte. Y ese cambio, pese a que con el tiempo terminó absorbido por el american way of life, se manifestó claramente en contra de la guerra de Vietnam. La música y las crónicas de la época dejaron constancia de lo que realmente sentían los chicos de espíritu antibélico que temían con ser enviados a combatir a un país lejano. La canción "Fortunate Son", de Creedence Clearwater Revival, es un alegato de ese tiempo convulsionado.

La banda había dado sus primeros pasos en 1964, pero recién en 1967 terminarían de darle forma al sonido clásico con el que luego se harían famosos, una combinación de blues, góspel, country y swamp rock. Luego en apenas un lustro editarían siete discos para pasar a la historia con una catarata de hits imponente y fácilmente reconocibles. Pero "Fortunate Son" siempre estuvo (y estará) un escalón más arriba que las demás canciones.

Richard Nixon era el presidente en ese momento y una de sus hijas, Julie, estaba de novia con el nieto del ex presidente Dwight Eisenhower, David. Para John Fogerty, líder de Creedence y compositor del tema, esos dos hijos directos del riñón del establishment político más recalcitrante, no estaban padeciendo lo mismo que los demás jóvenes de su edad. Eran chicos afortunados. Sus padres mandaban a miles de adolescentes a la muerte y ellos vivían una vida de lujos alejada del peligro. Fogerty confesó que tardó 20 minutos en escribir la canción. "Me enfureció tanto que los viejos ricos hagan la guerra y los jóvenes pobres tengan que luchar en ella", dijo en 2007.

"Fortunate Son" apareció como lado B del sencillo que en su cara A llevaba el tema  "Down in the corner" y luego fue incluida en el álbum "Willy and the Poor Boys". Con su ritmo denso, de guitarras desgarradas y una voz áspera marca registrada, la canción se convirtió en uno de los principales temas en contra de la guerra, a tal punto que en los años sucesivos muchas películas -entre ellas "Forrest Gump" y "Duro de matar"- y series de tevé, que abordaron alguna temática de la época, la incluyeron en sus bandas de sonido.

Para la revista Rolling Stone, es una de las 100 mejores canciones de la historia del rock y U2, Kid Rock, Wyclef Jean y Pearl Jam, entre otros, grabaron versiones muy interesantes.

La canción resultó tan trascendental en la historia de Creedence y de John Fogerty, que incluso éste título sus memorias como “Fortunate Son: My Life, My Music”.

El sonido revereberante de la guitarra y la voz de Fogerty cantando "No soy yo, no soy yo, no soy yo hijo de un millonario, no / No soy yo, no soy yo,
no soy yo el afortunado" atravesó el tiempo en millones de escuchas. Vinilos, cassettes, discos compactos, archivos mp3, plataformas de streaming fueron los distintos formatos que transmitieron y transmiten un mensaje que perdura en el tiempo, porque si bien hoy la guerra de Vietnam es historia, los privilegios de los que nacen con cuchara de plata en mano siguen intactos.