La Ruta del Rock: un camino lleno de historia desde Tres de Febrero hasta La Plata
Desde pequeños bares hasta edificios imponentes, dos municipios bonaerenses han sido testigos del nacimiento de algunas de las bandas más influyentes del país. El circuito invita a experimentar sensaciones a través de la música y las historias, en los rincones donde el rock ha dejado una huella imborrable.
La Plata, cuna de leyendas, y Tres de Febrero, semillero de talento en el oeste, son los dos municipios bonaerenses en los que el rock nacional forjó buena parte de su esencia e historia.
Las diagonales del rock
En 1929, Basilio Rodrigo realizó un aporte fundamental al patrimonio arquitectónico de la ciudad: un edificio en la manzana 51 y 53, pleno casco urbano, donde funcionó la primera galería comercial de excelencia en la capital bonaerense. Cuatro décadas después de alzada la construcción, el lugar se convertiría en un templo para los orígenes del rock. En el sótano, un grupo de jóvenes se reunían para ensayar, entre ellos Skay Beilinson y Carlos Alberto Solari, el Indio. El semillero de lo que se convertiría en Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Los Redondos.
El primer escenario de la banda fue el Teatro Lozano y desde sus inicios una multitud de platenses presenciaron los primeros pasos de la que luego se convertiría en una de las bandas más influyentes del país.
En la actualidad, el sitio funciona como salón cultural. Un dato importante es que el primer escenario de Los Redondos sigue allí, inmaculado.
La Plata, como importante destino cultural y universitario, proporcionó un ambiente perfecto para el desarrollo de otra banda icónica. Allí, Virus comenzó a ensayar y a presentarse en lugares pequeños y eventos locales, ganando rápidamente popularidad por su estilo fresco y su propuesta musical innovadora.
Su creador, Federico Moura, vivió con su familia en una casa ubicada en Calle 12 y 64 N° 1514, más tarde se mudó a una casa más amplia de estilo clásico, en la calle 53 entre 3 y 4, muy cerca del Colegio Nacional, en donde cursó la escuela secundaria, y de la cancha de Estudiantes de La Plata, el club de sus amores. A principios de la década del setenta, se trasladó a una preciosa casona con parque, en la localidad de City Bell.
El agite está en el oeste
Caminar por las mismas veredas donde pasaron los mayores ídolos del rock nacional, sentarse en la entrada de una de sus casas y conocer el lugar exacto donde dieron sus orígenes, son algunas de las sensaciones que invita a conocer La Ruta del Rock - rutadelrock.com.ar-, en el oeste de la Provincia.
Una propuesta para recorrer lugares turísticos del rock, con un circuito imperdible donde se destacan bandas como Sumo, Los Piojos, Divididos y Tanguito, entre otros.
El primer recital de Sumo fue en febrero de 1982 en el Pub Caroline de Ciudad Jardín, en el primer piso de una galería comercial frente a la plazoleta Güemes. En ese entonces, era una confitería, con pocas mesas y sin escenario. Apenas un puñado de personas fueron testigos esa noche del nacimiento de una de las bandas más emblemáticas del rock nacional.
Ese mismo día, entre el público, estaba Diego Arnedo quien allí conoció a Luca Prodan. El 20 de marzo de 1982, y con solo una prueba de ensayo, Sumo se presentó en la cancha de Estudiantes de Buenos Aires, en Caseros.
Una de las frases célebres de Divididos es “en el oeste está el agite” . El recorrido muestra sus inicios y el antiguo bar La Chapita, entre las vías del San Martín y la estación de El Palomar, que nombran en uno de sus grandes éxitos ¿Qué ves?”.
Tanguito vivió con su familia en una casa ubicada en la ex calle Bahía Blanca, hoy Fernández de Oliveira y Puán, en Caseros. La fachada continúa casi idéntica a esa época y en la esquina un mural de la artista plástica Nieves Fraga le rinde homenaje.
La provincia de Buenos Aires es un universo rico y diverso, lleno de talento y creatividad que merece ser celebrado y conocido por todos. En estos destinos, el espíritu del rock argentino sigue intacto, vibrando con fuerza y pasión.