Damien Hirst alcanzó gran fama por presentar en una exposición un tiburón sumergido en una pileta de formol, animales diseccionados y un cráneo humano cubierto de diamantes. Ahora vuelve a causar revuelo en el mundo del arte con una polémica decisión: vendió 10.000 obras al óleo y cada una tiene su versión digital en NFT (un Token no fungible), el pequeño giro es que el comprador no puede llevarse ambas y deberá elegir por una opción, mientras que la otra será destruida con fuego.

"El coleccionista no puede quedarse con ambos. Este intercambio es un proceso unidireccional, así que elija con cuidado", expresó Hirst a los interesados.

Este proyecto, que toca temas vinculados al valor intrínseco del arte y su rol como obra o moneda, arrojó los siguientes resultados: el 40% de los compradores prefirió preservar las obras en formato físico, mientras que el otro 60%, unas 6.000 personas, optó por quedarse con su versión digital en NFT y decidió que se quemaran los originales.

Por lo tanto, a partir del 9 de septiembre, el artista inglés prenderá fuego a diario las obras originales que no fueron elegidas en formato físico y los compradores de las mismas se llevarán la versión digital y un certificado de autenticidad.

Los incendios programados serán así: todos los días a cierta hora específica, Hirst quemará en su galería de Londres una obra a modo de espectáculo, en una suerte de happening que el artista denominó "The Currency" ("La moneda").

El 40% de los compradores que optó por preservar la obra original se llevará la misma titulada, sellada y firmada en el dorso y para garantizar su autenticidad, además de la marca de agua, contará con avanzadas técnicas como el uso de un micropunto y un holograma del retrato del artista.

Ya sea en formato físico o en NFT, cada una de las obras de esta serie se vendió en un valor aproximado de 2.000 libras esterlinas (unos 2.400 dólares).

El resultado del "experimento sociológico" entre comprar la obra original de un artista tan reconocido como Hirst o elegir que la misma se incendie y quedarse con su certificado de autenticación digital, fue que la mayoría de las personas prefirió el valor monetario inherente a la obra comprada, que quedarse con la obra física.

Si bien no es novedad que se piense a las obras de arte como inversiones o capital, lo llamativo y paradójico de esta propuesta es que aquí el valor monetario de la obra existe en detrimento de la obra física. Es decir que se destruye la obra, literalmente, y "se le extrae" su valor monetario en moneda digital. Podríamos decir que seis mil obras serán destruidas para convertirse en criptomonedas. 

Quién es Damien Hisrt

Damien Hirst es un empresario, coleccionista y artista nacido en 1965 en la ciudad inglesa de Bristol. Alcanzó gran popularidad con su serie de animales, enteros y diseccionados, conservados en formaldehído.

En 2008, vendió a más de 10 millones de libras "The Golden Calf", un becerro conservado en formol con cuernos y pezuñas de oro de 18 kilates, marcando su propio récord personal. El mismo año marcó un hito sin precedentes por un artista vivo: vendió una exposición entera en una subasta en Sotheby’s a 111 millones de libras. Hoy es considerado el artista vivo más rico del Reino Unido.

La polémica propuesta de Damien Hisrt: quemará miles de sus pinturas para mostrar el arte como moneda

La pieza más conocida de la serie es "La imposibilidad física de la Muerte en la mente de alguien vivo" ("The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living"), un tiburón de más de 4 metros sumergido en formol dentro de un receptáculo de acrílico.

En su serie de inmersión de animales en formol podemos hallar un cerdo parado diseccionado, exponiendo sus órganos dentro del cuerpo y una oveja, una vaca y caballos sumergidos en esta sustancia para su intacta preservación.

Los límites entre la biología, la ciencia y el arte se hallan difusos en toda la serie y esto no sólo resulta novedoso e interesante para muchos, sino que ofrece un componente casi didáctico.

Por otro lado, hay quienes sienten revulsión por su trabajo y no comparten sus técnicas ni temáticas.