"La orquesta más grande de la historia de la Argentina" tocó en Tecnópolis
Más de 2.500 chicos de todo el país conformaron la Gran Orquesta Federal Infantil y Juvenil, bajo la dirección de Gustavo "Popi" Spatocco. León Gieco, Nahuel Pennisi y Malena D´Alessio fueron algunos de los músicos invitados.
Más de 2.500 niños y adolescentes de diversas provincias argentinas se unieron en una impresionante actuación de la Gran Orquesta Federal Infantil y Juvenil, que deslumbró a una multitud congregada en la explanada del predio de ciencias y cultura Tecnópolis, en Villa Martelli.
Bajo el lema "La Cultura es la Sonrisa", esta iniciativa organizada por el Programa Social de Orquestas Infantiles y Juveniles contó con la destacada participación del emblemático músico argentino León Gieco, quien se unió a 32 orquestas infantiles y juveniles de lugares como Chaco, La Pampa, Entre Ríos, La Rioja, Córdoba, Santa Cruz, Chubut, Tucumán, Santa Fe, Neuquén, provincia y ciudad de Buenos Aires.
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La dirección y los arreglos magistrales de la Gran Orquesta Federal estuvieron a cargo del maestro Gustavo "Popi" Spatocco. Además de la presencia de León Gieco, el espectáculo contó con la participación especial de talentosos artistas como Nadia Larcher, Nahuel Pennisi, Malena D´Alessio y Rolando Goldman.
Asimismo, se hicieron presentes la Orquesta de Becarios y Becarias de las Becas Martha Argerich y la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional José de San Martín, enriqueciendo la experiencia musical.
La impresionante agrupación musical estuvo compuesta por una variedad asombrosa de instrumentos, incluyendo 450 violines, 140 violonchelos, 100 contrabajos, 270 guitarras, 140 charangos, 120 bombos legüeros, 120 flautas traversas, 80 clarinetes, 120 sikus, 70 quenas, además de violas, arpas, oboes, trompetas, trombones, eufonios, tubas, cornos, saxos, bandoneones, acordeones, pianos, timbal, cajón peruano, platillos y accesorios de percusión.
El evento fue una celebración de la música, la cultura y la unión de jóvenes talentosos, dejando una huella imborrable de alegría y armonía en los corazones de todos los presentes en Tecnópolis.
El concierto comenzó con el Himno Nacional Argentino, en una versión que terminó con una ovación de la multitud de familiares y amigos ubicados en las tribunas superiores de la sala principal de Tecnópolis. Siguió con el chamamé La Calandria y la chacarera Desde el Puente Carretero.
Luego, Nahuel Pennisi sumó su voz en Zamba de mi esperanza y en Malambo. La catamarqueña Nadia Lachner cantó Baguala, La vaca estudiosa y Juana Azurduy. Malena Dalessio lo hizo con en En el barrio hay una Orquesta y también hubo una Rockola Sinfónica con fragmentos de canciones emblemáticas de rock nacional, y finalmente León Gieco subió con su armónica para La cultura es la sonrisa.