Un siglo después de su fundación, la Galería Nacional de Arte de Kiev emprendió la enorme tarea de proteger de la agresión de Rusia sus 14.000 obras, para lo cual está recibiendo el apoyo de instituciones como el Museo de Arte e Historia de Ginebra, donde se acaba de inaugurar una exposición de arte ucraniano.

La exposición Del crepúsculo al alba reúne medio centenar de cuadros de artistas ucranianos de los siglos XIX y XX que retratan escenas nocturnas o crepusculares en las que la luz es la protagonista, una metáfora de la situación sombría que atraviesa el país.

La muestra, que podrá verse hasta el próximo 23 de abril en el Museo Rath (un anexo del Museo de Arte e Historia de Ginebra), es la versión de la exposición temporal que acogía la Galería cuando empezó la invasión rusa.

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En la presentación de la exposición, el director de la Galería Nacional de Arte de Kiev, Yurii Vakulenko, se refirió al significado metafórico del título del proyecto y afirmó, esperanzado, que "incluso tras la noche más oscura, llegará el día y el sol terminará por salir".

De momento, la problemática de unas mil instituciones artísticas ucranianas es cada vez más compleja ya que los constantes cortes de electricidad hacen difícil garantizar la conservación de los cuadros, reconoció Vakulenko.

"Hemos recibido ayuda para embalar y empaquetar las obras en los peores momentos y ahora la comunidad (internacional) nos está ayudando a construir almacenes para salvaguardar los cuadros en el caso de que su integridad se vea amenazada", apuntó.

El director del museo kievita adelantó que un importante museo español -que declinó identificar por razones de seguridad- cobijará dentro de poco en sus salas cuadros del museo ucraniano como parte de una muestra temporal.

También en Suiza, el Kunstmuseum de Basilea expondrá una colección de obras de la Galería bajo el nombre Nacido en Ucrania.

Cuadros que reflejan las técnicas impresionistas

Los paisajes -de pintores como Iliá Repin, Iván Aivazovsky o Arkhyp Kuindzhi- se adentran en los contrastes existentes entre un mundo tenebroso y salvaje, y otro iluminado por los destellos del sol, las velas o las lámparas.

Algunos de los cuadros expuestos reflejan las técnicas impresionistas más populares de la época y la resonancia particularmente poética del tema de la noche en el arte ucraniano.

Para los expertos del museo, la exposición entronca a la perfección con la escena artística de finales del siglo XIX de Suiza, dominada por la llamada Escuela de Ginebra, que gozó de gran popularidad en los círculos burgueses de la Rusia Imperial.

El director de la institución de Ginebra, Marc-Olivier Wahler, admitió en la presentación de la muestra que se tuvo que trabajar a contrarreloj para poder ofrecer esta exposición.

"Los primeros contactos con la Galería Nacional de Arte de Kiev tuvieron lugar al comienzo de la guerra", afirmó en declaraciones a EFE.

Explicó que su museo, fundado en 1826, cuenta con una "larga tradición" de ser refugio de obras amenazadas por la guerra. Durante la Guerra Civil Española se acogieron aquí temporalmente obras del Museo del Prado y, más recientemente, objetos arqueológicos del territorio palestino ocupado de Gaza.

En este sentido, Vakulenko agradeció los esfuerzos y la solidaridad de sus colegas suizos y advirtió a todos los presentes de que la guerra "no sólo pone en peligro las obras de arte de la Galería Nacional y el patrimonio artístico de Ucrania, sino que también atenta contra los valores de Occidente".