La escritora argentina Magalí Etchebarne ganó el prestigioso Premio Ribera del Duero
Es por su libro "La vida por delante", un conjunto de cuatro extensos relatos, que será publicado en mayo.
La escritora argentina Magalí Etchebarne fue galardonada con el Premio Ribera del Duero de Narrativa Breve, dotado con 25.000 euros, por su libro La vida por delante, un conjunto de cuatro extensos relatos.
La obra de Etchebarne se impuso entre más de mil manuscritos de autores de 38 países, el récord de participación del certamen. La editorial Páginas de Espuma, referente del cuento en lengua española, se encargará de la publicación del libro, que llegará a las librerías a partir del 8 de mayo.
"Su estilo es pura frescura e inteligencia. Encuentra humor en la tragedia y sabe de la tristeza con rabia y ternura. No hay postura ni solemnidad en su escritura", reza el acta de un jurado presidido por Mariana Enriquez y compuesto por Brenda Navarro y Carlos Castán, también cuentistas.
Como es habitual, el Círculo de Bellas Artes de Madrid albergó la ceremonia de entrega del premio, en presencia de la autora. Etchebarne, de 40 años y graduada en Letras en la Universidad de Buenos Aires, actualmente trabaja como editora. Publicó en 2017 el libro de cuentos Los mejores días, que en la Argentina fue una revelación para el género, y en 2023 el poemario Cómo cocinar un lobo, cuyas composiciones abundan en la idea de la pérdida y al duelo.
Estas coordenadas temáticas también ocupan un papel relevante en La vida por delante, aunque resulta aún más significativa la impronta humorística que propone la autora. En unas declaraciones con El Cultural, Etchebarne confesó que incluso a ella le sorprende que este atributo haya seducido al jurado porque "cuando uno intenta ser gracioso, normalmente no lo consigue". Su objetivo, asegura, es que "la mirada ridícula sobre ciertos momentos fuera una forma de bajar el volumen" a la solemnidad.
La autora reconoció también que su proceso de escritura resulta un tanto "desorganizado", aunque prácticamente desde el inicio tenía decidido que fueran cuatro cuentos extensos, "que se pudieran leer con independencia" y, al mismo tiempo, "tuvieran una familiaridad". Incluso algunos personajes comparecen en más de un relato. La muerte, el trabajo, el amor y la figura esencial de la madre sobrevuela cada uno de ellos.
De acuerdo con un artículo de El Español, la madurez, las relaciones sentimentales abocadas al fracaso, la enfermedad y la pérdida puntean las tramas de La vida por delante, protagonizadas por un grupo de mujeres que se enfrentan a la enfermedad y a la huida de sus maridos, dos creadoras y amigas que se marchan de vacaciones junto a un grupo y descubren que está integrado por suicidas, dos hermanas que se disponen a arrojar al mar las cenizas de su madre y una pareja que se pasa la vida batallando.
También hay en este libro una resistencia a los discursos de superación personal, aunque afirma que no está en contra de los libros de autoayuda. De hecho, los ha editado muchas veces. Frases como la de "hay que salir adelante", en todo caso, le rechinan. Y es que "no es tan fácil", dice. "El dolor puede convertirse en una constante en la vida" y "hay poca tolerancia hacia eso", resuelve.
En cuanto a los escenarios, se advierte un desplazamiento desde los núcleos urbanos hacia las periferias y los entornos naturales. La Costa Atlántica o las Cataratas del Iguazú son algunos de esos espacios, según revela Etchebarne a El Cultural. En general, Argentina está muy presente también a través del lenguaje -en algún momento, relata cómo se traducen los textos desde Argentina a España-, aunque quizás lo original de la propuesta es la "mirada extranjera" que vierte sobre el país.
"Milei sería un personaje aterrador incluso en un relato"
En declaraciones a la prensa española, la autora se refirió a la situación política en la Argentina. Consideró que hay una sensación general es de “incertidumbre” y apuntó que sigue "desconcertada" con la "propaganda de la destrucción" de un gobierno liderado por "un tipo que ganó con una sierra eléctrica en la mano". "Incluso en un relato sería bastante aterrador que apareciera un personaje así", concluyó.