La Casa del Arroyo, una gema de la arquitectura moderna que resurge de las cenizas
La célebre vivienda marplatense, creada a pedido del músico Alberto Williams en 1943, fue puesta en valor tras el abandono y dos incendios. El presidente Alberto Fernández participó del acto de reapertura.
En 1943, el compositor argentino Alberto Williams le encargó a la pareja de arquitectos conformada por su hijo y su nuera el diseño de una casa de verano en Mar del Plata que debía erigirse sobre un terreno que, además de contar con una frondosa arboleda, tenía la particularidad de estar atravesado por un arroyo. Amancio Williams y Delfina Gálvez Bunge desarrollaron entonces el proyecto de lo que sería una de las obras más emblemáticas de la arquitectura moderna de nuestro país.
La Casa sobre el Arroyo está definida por un gran arco curvo que, junto con las columnas en sus extremos, soporta la estructura de hormigón. La vivienda está organizada en un sector público, con hall de acceso, estar y comedor. Un sector privado, con los los dormitorios y el servicio; y uno semipúblico donde se encontraba el piano del compositor. La pareja de arquitectos definió hasta los últimos detalles de la obra, incluido el diseño del equipamiento y el mobiliario de la casa.
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La casa está ubicada en un terreno que abarca dos manzanas de un área natural y está atravesada por el arroyo Las Charcas, cuenca que dio origen a la fundación de Mar del Plata. A través del puente que se ubica en su base, la construcción representa la unión entre los dos sectores del terreno que divide este curso de agua y una unidad ambiental inseparable de su entorno.
Tras la muerte del músico y compositor, la vivienda fue vendida para convertirse en sede de la radio LU9 entre 1970 y 1977. Pero la última dictadura cívico militar clausuró la emisora y la construcción quedó abandonada hasta 2004. En ese lapso de tiempo, fue vandalizada, y dos incendios le generaron graves daños estructurales.
En 2005, a través de un convenio, el Municipio pasó a tutelar la propiedad y, en 2012, tras dos incendios que prácticamente la destruyeron, el Estado Nacional compró dos fracciones del edificio, la casa principal y la casa del casero y se los traspasó a la administración municipal, con la intención de acondicionarlos y convertirlos en un museo.
Finalmente, tras una inversión de más de 100 millones de pesos y un año y medio de trabajo, el Estado nacional recuperó por completo esta asombrosa obra arquitectónica, una de las diez modernistas más famosas del mundo, que resistió los embates del tiempo y fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional.
Para su recuperación se llevó a cabo el diagnóstico de la cubierta, fachadas, mamposterías, revoques, cielorrasos, contrapisos y solados, zócalos, herrería y elementos metálicos, carpintería y tabiquería, herrajes, mobiliario y equipamiento para interiores, mesadas, pinturas, vidrios y espejos, instalaciones sanitarias, eléctricas, termomecánicas y electromecánicas, barandas, luminarias, equipamiento de cocina y baños.
El presidente Alberto Fernández participó de la reapertura de la Casa del Arroyo
Luego de un histórico proceso de restauración y puesta en valor de la Casa sobre el Arroyo, el presidente Alberto Fernández encabezó el acto de reapertura de la vivienda.
Del evento participaron además el ministro de Cultura, Tristán Bauer, y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, junto a autoridades nacionales, provinciales y municipales, e invitados especiales.
“Disfruten de esta obra, es una obra de la humanidad”, propuso el Presidente durante el acto y finalizó: “Aquí en esta casa está nuestra historia que nos debe inspirar hacia el mañana”.
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