Henry Thomas fue un músico itinerante, un verdadero songster. Nació alrededor de 1875 en el pequeño poblado de Big Sandy, en Texas, y murió no se sabe bien cuándo, cómo o dónde. Así como Robert Johnson, pero con menos fábula alrededor de su historia, grabó sólo 23 canciones entre 1927 y 1929, que definieron el sonido del blues de preguerra y conforman el legado cultural más profundo de la música negra. Pese a eso, su nombre sólo es conocido por los amantes del blues más primitivo. De todas maneras, una de sus canciones, Bull Doze Blues, se convirtió en un lazo temporal que atravesó generaciones. 

En agosto de 1968, Alan Wilson, un joven entusiasta del blues, guitarrista, cantante y armoniquista, ya había escuchado ese tema decenas de veces cuando por fin grabó con Canned Heat su propia versión, a la que llamó Going Up The Country y que un año después se convertiría en la canción más representativo del festival de Woodstock. Wilson adaptó la letra a su época: los hippies, la ruta y el amor libre. Pero respetó la melodía y su espíritu rural de una manera asombrosa. En la grabación original, Thomas se acompañaba de la guitarra y una especie de zampoña, instrumento de viento similar a los tradicionales del altiplano, mientras que Wilson lo hizo con el mismo ritmo, pero con un suave acompañamiento eléctrico y el sonido de la flauta de Jim Horn.

I'm going where the water tastes like wine / Voy adonde el agua tiene gusto a vino

We can jump in the water, stay drunk all the time / Podemos saltar en el agua, estar borrachos todo el tiempo

El Canned Heat de los sesenta fue fenomenal en todo sentido. Tenía dos cantantes –Wilson y Bob Hite- muy distintos entre sí que le daban a la banda la posibilidad de interpretar diferentes estilos de blues, siempre apuntalados por un guitarrista fantástico como lo era Henry Vestine y una demoledora sección rítmica a cargo de Larry Taylor y Fito de la Parra. Todos ellos eran antropólogos musicales, que escuchaban desde John Lee Hooker y Howlin’ Wolf hasta Wilbert Harrison y Floyd Jones, éstos últimos los verdaderos creadores de los otros dos éxitos de los Heat: Let’s Work Together y On The Road Again. El grupo siguió adelante con infinidad de cambios en su formación y todavía está activo y actúa principalmente en California. El único de los miembros originales que queda es De la Parra, ya que los otros cuatro murieron.

La melodía pegadiza y el festival de Woodstock, especialmente la película, contribuyeron para que Going Up The Country se convirtiera en un himno de su tiempo, como Like a Rolling Stone, California Dreamin’ o House of The Rising Sun, y la música del viejo Henry Thomas, al menos una de esas 23 melodías que compuso, se volvió eterna y universal.