Vadim Baranov, apodado "el mago del Kremlin", se recuesta en un sillón de cuero mientras el fuego de la chimenea parpadea en la penumbra. Sirve dos vasos de whisky y sonríe con ironía al responder una pregunta sobre el poder: “El poder es como el sol y la muerte; no se les puede mirar de frente, sobre todo en Rusia”​. Este personaje, enigmático y cautivador, es el centro de El mago del Kremlin, la novela de Giuliano da Empoli, publicada originalmente en 2022 y traducida al español en 2023.

La obra, una ficción profundamente arraigada en hechos históricos, narra la historia de Baranov, un estratega político inspirado en Vladislav Surkov, el verdadero arquitecto del régimen de Vladimir Putin. Con una combinación de realidad y especulación, Da Empoli construye un relato que revela los engranajes de un sistema donde la manipulación de la narrativa y la teatralidad son esenciales.

A través de episodios como la guerra de Chechenia y la crisis de Crimea, la novela construye un retrato de Rusia como un vasto escenario político controlado por un líder al que solo se menciona como "el Zar"​​.

Un relato entre la ficción y los hechos

Si bien el género es novela, El mago del Kremlin se basa en eventos reales que otorgan a la narrativa una verosimilitud inquietante. Surkov, en quien se inspira Baranov, fue conocido por su capacidad para diseñar estrategias que mantenían el poder centralizado mientras proyectaban una ilusión de democracia. En el libro, Baranov manipula las reglas del juego político con maestría, llegando a crear lo que él mismo llama una “Fake Democracy”, donde “el vencedor siempre es el mismo”​.

La novela no escapa a los momentos históricos clave del régimen ruso. Desde la represión de opositores hasta la anexión de Crimea, cada episodio revela cómo el poder en Rusia es una danza cuidadosamente coreografiada. Los eventos, aunque basados en hechos reales, se reinterpretan a través de la perspectiva de Baranov, quien los analiza con un cinismo que desarma al lector. “Lo que importa no es la verdad, sino lo que la gente cree que es verdad”, reflexiona en un pasaje que encapsula el espíritu del Kremlin contemporáneo​​.

El enigmático Vadim Baranov: el estratega detrás del Kremlin

Vadim Baranov, el “mago del Kremlin”, es un personaje que fascina por su mezcla de misterio y poder en esta novela. Inspirado en Vladislav Surkov, considerado el cerebro estratégico detrás del gobierno de Vladimir Putin, Baranov encarna la figura del manipulador de sombras.

En el libro de Giuliano da Empoli, se lo presenta como un hombre cuya influencia en el “Zar” fue determinante para consolidar el sistema político ruso contemporáneo. Su genio radica en convertir pequeños detalles en herramientas de dominación, como reflejan sus maniobras para instaurar una "Fake Democracy", un régimen en el que la simulación de pluralidad oculta un control absoluto del poder​.

Baranov tiene un aire anodino que desmiente su astucia. De rostro pálido y cabello lacio, parece un hombre común. Sin embargo, su don está en transformar lo ordinario en extraordinario. Con técnicas basadas en la teatralidad y la manipulación simbólica, es capaz de hacer y deshacer líderes, empleando los medios para moldear narrativas y reforzar la imagen de un gobierno omnipotente. Sus reuniones secretas con el "Zar" en el Kremlin son legendarias, donde decisiones cruciales —como destituir a todos los presidentes de las repúblicas federadas de Rusia— se cocinan en la penumbra​.

Una característica distintiva de Baranov es su capacidad para desaparecer del escenario y dejar huellas intencionalmente confusas. Bajo el seudónimo de Nicolás Brandeis, publicaba escritos que los analistas rusos y extranjeros interpretaban como claves del futuro del Kremlin. Al igual que los grandes estrategas, sus movimientos son ambiguos y calculados, lo que eleva su figura a la de un mito moderno. Su influencia se extendía más allá de la política; ejercía un control total sobre la narrativa cultural del país​.

El atractivo de Baranov radica en su contradicción. Aunque desencantado y crítico del sistema que ayudó a construir, encarna la fascinación por el poder como arte supremo. Su dominio de las percepciones y su habilidad para manipular los deseos del pueblo lo convierten en un espejo de los estrategas políticos modernos. Su frase recurrente, “el poder es como el sol y la muerte; no se les puede mirar de frente”, encapsula su filosofía: el poder es absoluto, pero solo puede ser sostenido desde las sombras​.

En un mundo donde la política se entrelaza con la dramaturgia, Vadim Baranov representa el arquetipo del titiritero invisible. Su figura, a la vez magnética y desconcertante, hace de El mago del Kremlin una reflexión inquietante sobre la naturaleza del poder y su impacto en la construcción de la realidad política global.

Pasión y odio

Más allá del contexto ruso en la narración, la novela tiene resonancia global en un mundo donde la tecnopolítica y la manipulación digital transformaron los sistemas democráticos.

En palabras de Baranov, “los reality shows han sustituido a los artistas de antaño; el principio sigue siendo el mismo: crear realidades en lugar de describirlas”​. Este fenómeno, según Da Empoli, no se limita a Rusia, sino que se ha extendido a otros regímenes populistas y democracias liberales en crisis.

El libro cobra relevancia en un presente donde las plataformas digitales amplifican la polarización y privilegian el engagement sobre la coherencia. Baranov, como personaje, se convierte en un espejo de los estrategas modernos que, al igual que Surkov, manipulan las percepciones públicas para moldear la realidad política.

“La clave es que cada quien tenga algo que lo apasione y alguien a quien odiar”, explica en un pasaje que resuena con la lógica de las redes sociales contemporáneas​.

El poder en primer plano

A lo largo de sus páginas, El mago del Kremlin no solo desentraña las dinámicas del poder ruso, sino que también ofrece una meditación sobre la naturaleza del poder en sí. Baranov, con una mezcla de cinismo y melancolía, reconoce que el poder absoluto exige sacrificios. “En el Kremlin, todo es transitorio; lo único eterno es el miedo”, confiesa, señalando cómo la fragilidad del sistema se esconde tras una fachada de control​.

La novela invita a reflexionar sobre el costo humano y moral de los sistemas políticos que privilegian la manipulación sobre la transparencia. En un mundo donde la verdad se diluye en narrativas cuidadosamente construidas, El mago del Kremlin se erige como una advertencia y un recordatorio de los peligros inherentes al poder desmedido.

Con una prosa que combina el rigor analítico y la profundidad literaria, Giuliano da Empoli crea una obra imprescindible para comprender las dinámicas políticas de nuestro tiempo.