El ojo del arte: “La Novia (Pandora)”, de Hannah Höch, la “it girl” del movimiento Dadaísta berlinés
“La Novia, (Pandora)”, (Die Braut, Pandora), Hannah Höch, 1930. Collage óleo, 114 x 66 cm.

Hannah Höch fue conocida por pertenecer al movimiento Dadaísta berlinés sobre todo durante la República de Weimar (período de la historia alemana comprendido entre 1918 y 1933) y por ser una de las primeras artistas en desarrollar el fotomontaje; un tipo de collage que se caracteriza por el recorte de fotografías de los medios de prensa, y en donde Höch incluía representaciones de la “neue frau” (La nueva mujer) como atletas y actrices de la época.

Nada en esta artista fue usual, ni su forma de concebir el arte ni tampoco su corte de pelo al mejor estilo “Bob Cut” como Louise Brooks, la legendaria actriz del cine mudo.

También se podría decir que Hannah fue una especie de chica punk en la ciudad de Berlín de los años veinte“Continuaron durante mucho tiempo considerándonos a las mujeres artistas como amateurs encantadoras y talentosas, negándonos cualquier estatus profesional real. Hace treinta años no era fácil para una mujer imponerse como artista moderna en Alemania “.

Su obra tenía la intención de desmontar la fábula y la dicotomía que existía en el concepto de “nueva mujer” ('neue frau’), una especie de mujer decidida, enérgica y profesional dispuesta a ocupar su lugar al igual que el hombre.

Según Peter Boswlle, Höch se habría preguntado si la "nueva mujer" de la República de Weimar era diferente de la "vieja" mujer del Imperio. Y si la misma, tenía la posibilidad de tener un trabajo fuera del hogar, gastar parte de su salario en actividades de ocio, ser física y sexualmente activa, libre de poder hacer uso de algún método anticonceptivo o tener la posibilidad de abortar.

Aparte de la naturaleza política del trabajo Höch, se vislumbra la crítica de cómo los roles de género defendieron una sociedad conservadora.

Si de arte conceptual hablamos Hannah Höch fue sin duda una gran artífice del mismo. Su manera de ser y crear no congeniaba bien con lo que la sociedad de ese entonces pretendía para el supuesto decoro una de una mujer.

El ojo del arte: “La Novia (Pandora)”, de Hannah Höch, la “it girl” del movimiento Dadaísta berlinés

Ella “pateó el tablero” cuando muy pocas se animaron a hacerlo. Los dadaístas de Berlín Richard Huelsenbeck y Raoul Hausmann pidieron nuevas formas de interactuar con el medio de la pintura, lo que resultó en el desarrollo del fotomontaje del grupo. Sin embargo, otros artistas dadaístas como George Grosz, Kurt Schwitters, Francis Picabia continuaron comprometidos con el medio tradicional de la pintura.

Höch fue parte integral del desarrollo del fotomontaje. Como sus contemporáneos dadaístas, también experimentó con la pintura. Ella desarrolló el nuevo medio de fotomontaje-pintura.

Su trabajo guarda esa expresión contundente, irónica y conceptual con una mezcla de sutileza femenina que no amagó de ninguna manera en provocar, fastidiar y hacer evidente con imágenes la hegemonía misógina del cuerpo político y socioeconómico de su contexto.

Hannah Höch pasó gran parte de su vida produciendo obra, en una cabaña suburbana con un pequeño jardín, en Berlín-Heiligensee, alejada del alcance del nazismo que en ese entonces imperaba y que perseguía al denominado Arte Degenerado (Entartete Kunst), trágicamente designado por ellos.

"Era el lugar ideal para hundirse en el olvido", escribió Hannah, y un olvido muy necesario para una mujer bisexual cuyo trabajo no solo era abiertamente anti-arte (el lema de la primera feria internacional Dadá en 1920) sino bastante enérgicamente anárquico.

Aproximación a la obra “La Novia”, Pandora de 1927: 

Höch utilizó el óleo como medio y la técnica formal del collage. Irónicamente el título alude a Pandora, el mito griego en La Teogonía del poeta Hesiodo, que responsabilizó a la primera de las mujeres, como la culpable de expandir los males de la humanidad.

Para Jean Pierre Vernant el rol de mito de Pandora en el texto hesiódico sería el de la justificación teológica de la presencia de fuerzas oscuras en el mundo humano.

En la obra de la artista alemana se destaca una clara ironía de polisemia visual.

La imagen estereotipada de una pareja heterosexual en el día de su boda, “El día mas feliz en la vida de una mujer”, en donde paradójicamente la novia posee una cabeza de muñeca - bebé. Höch representó a la mujer como una especie de objeto inanimado e infantil para el “uso” del marido, si tomamos en cuenta el pensamiento de Pierre Bourdieu en La dominación masculina, podríamos aludir que las mujeres fueron convertidas en «instrumentos simbólicos de la política masculina».

Las teorías feministas han intentado entender la naturaleza de todas las relaciones institucionales y sociales con el género. Y también cómo estas comuniones de relaciones determinan quién hace algo y para quién lo hace. Ya que las relaciones de género están construidas y relacionadas con otras desigualdades sociales y contradicciones de la vida social; como por ejemplo, la familia entre otras.

Hannah Höch en “La Novia”, Pandora, aumenta exageradamente la cabeza de la misma, que mira aterrorizada a su alrededor. Flotando en torno a la pareja diversos emblemas que aluden a la vida conyugal y se arremolinan sobre ellos de manera amenazadora.

Hannah Höch:

Nació como Anna Therese Johanne Höch en Gotha, Alemania, el 1 de noviembre de 1839, y falleció el 31 de mayo de 1978 en Berlín Occidental. Aunque pudo asistir a la escuela sus primeros años más que nada estuvieron marcados por la vida doméstica. 

En 1904, Höch tuvo que abandonar sus estudios de la Höhere Töchterschule en Gotha para cuidar de su hermana menor, Marianne.

En 1912 Hannah ingresó en la facultad de artes aplicadas de Berlín bajo la dirección del diseñador de vidrio Harold Bergen, una especie de Arts & Crafts, en diseño de vidrios y artes gráficas en vez de Bellas Artes, solo por complacer a su padre.

Al comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914, abandonó sus estudios y regresó a su pueblo natal para trabajar con la Cruz Roja. En 1915 regresó a Berlín, donde ingresó en la clase de gráficos de Emil Orlik en el Instituto Nacional del Museo de Artes y Oficios.

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Hannah Höch


En 1915, Höch inició una relación íntima con Raoul Hausmann, miembro del movimiento dadaísta de Berlín. Fue una relación tortuosa, al estar Hausmann casado y ante su negativa de abandonar a su esposa. Una relación marcada por la violencia y el desprecio dirigido hacia Hannah por sus intenciones de querer casarse y también por sus opiniones sobre el arte.

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 El dadaísta Raoul Hausmann con Hedwig Mankiewitz y Vera Broïdo, 1929


La postura hipócrita de Hausmann sobre la emancipación de la mujer impulsó a Hannah Höch a escribir "un cuento cáustico" titulado "El pintor" en 1920, cuyo tema es un artista que se ve inmerso en una intensa crisis espiritual cuando su esposa le pide que lave los platos.

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 Hannah Hoch y Raoul Hausmann en la Feria internacional Dadá de 1920.


Aquí, una parte del cuento "El Pintor" que narra de manera irónica lo siguiente:

Érase una vez un pintor. No se llamaba Dribble, ni nada por el estilo, como podría haber sido en épocas anteriores. Fue alrededor de 1920, el pintor era un pintor moderno, por lo que su nombre era Reino Celestial. A diferencia de los verdaderos pintores de épocas anteriores, no se le pidió que trabajara solo con pincel y paleta. Esto fue culpa de su esposa: ella frustró el vuelo ilimitado de su genio. Al menos cuatro veces en cuatro años, se vio obligado a lavar los platos, los platos de la cocina. La primera vez, en realidad, había habido una razón apremiante. Ella estaba dando a luz al bebé del reino celestial. Las otras tres veces no le habían parecido absolutamente necesarias para el Señor Reino Celestial. Pero él quería mantener la paz, porque después de todo, Dios había creado al hombre para hacer precisamente eso y por eso no tenía más remedio que obedecer su demanda “xanthippiana”...[...] 

Nuestro Reino Celestial estaba profundamente herido por algo de lo que también había oído hablar a sus semejantes: aunque estas mujeres pequeñas a menudo son realmente pequeñas, todavía no pueden moldearse y modelarse en la forma que uno necesita para el confort físico y psíquico. 

Si hubiera sido escritor, se habría visto obligado a enriquecer la literatura con un trabajo pesado sobre el tema "Cuando acudas a una Mujer, no olvides el látigo". Pero dadas las circunstancias que conoce ahora, su pintura se llamaría "El cebollino y el alma femenina: una comparación". Creo que ya fue anunciado para exhibición, mientras que el lienzo aún brillaba inexpresivo, impecablemente receptivo. Hay que hacerlo todo a su debido tiempo...

Hannah terminó su relación con Raoul Hausmann en 1922, luego de sus intentos de tener hijos con él y después de dos abortos. En 1926 conoció a la escritora y lingüista holandesa Mathilda Brugman, apodada “Til”, a través de amigos unos mutuos, Kurt y Helma Schwitters. La relación entre ambas duró hasta 1935.

Las tensiones derivadas de sus parejas sentimentales, tanto de Hausmann como de Til Brugman (ya que ambos poseían temperamentos posesivos y dominantes), se han manifestado en su trabajo del período de entreguerras. 

Las obras vislumbran reservas sobre la viabilidad del matrimonio y, especialmente, sobre el impacto en las mujeres.

La participación de Höch con los dadaístas de Berlín comenzó seriamente en 1917: fue la única mujer en el grupo, destacándose por su autosuficiencia, presentación masculina y bisexualidad.

En varios de sus collages hechos a fines de la década de 1910 y principios y mediados de 1920, en los que incorporó patrones de costura y diseños de costura, se puede ver la influencia de sus anteriores ocupaciones, ya que de 1916 a 1926, trabajó en el departamento de artesanía de la editorial Ullstein Verlag, diseñando vestidos, bordados, encajes y diseños artesanales para Die Dame (La dama) y Die Praktische Berlinerin (La práctica berlinesa)

En el otoño de 1926, Höch se trasladó a La Haya para vivir con Brugman, donde vivieron hasta 1929, momento en el que decidieron mudarse a Berlín.

El ojo del arte: “La Novia (Pandora)”, de Hannah Höch, la “it girl” del movimiento Dadaísta berlinés
 Bailarina India: De un museo etnográfico, de 1930. Papel impreso cortado y pegado y láminas metálicas sobre papel (25,7 x 22,4 cm).


De 1926 a 1929 vivió y trabajó en los Países Bajos. Höch formó muchas amistades influyentes y relaciones profesionales a lo largo de los años con personas como Kurt Schwitters, Nelly van Doesburg, Theo van Doesburg, Sonia Delaunay, László Moholy-Nagy y Piet Mondrian, entre otros. 

Höch, junto con Hausmann, fue una de las primeras pioneras de la forma de arte que se conocería como fotomontaje.

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En 1935, Höch inició una relación con el pianista Kurt Matthies, con quien estuvo casada desde 1938 hasta 1944.

En algunas de sus obras más relevantes como Bailarina India: De un museo etnográfico, Höch reunió referencias al cine, la escultura centroafricana y la esfera doméstica. Su modelo en collage es la actriz Renée Falconetti (conocida simplemente como "Falconetti"), que aparece en un fotograma publicitario de la película de 1928 de Carl Theodor Dreyer La pasión de Juana de Arco. La mitad de la cara de Falconetti se reemplaza con la oreja, el ojo y la boca de una máscara de danza de madera de Camerún.

(*) La autora es Licenciada en Historia del Arte

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