El artista británico Damien Hirst quemó 4.851 obras en una transmisión en vivo desde la Galería de Newsport Street, en Londres.

El evento fue llamado por él mismo como “El infierno de Damien”. Consistió en la destrucción de los ejemplares en formato físico, que aún permanecen en NFT.

El momento fue graficado a través de Instagram, pero como el Internet no funcionaba bien, lo pudieron presenciar tan solo 1.000 usuarios en todo el mundo.

Las obras prendidas fuego en seis chimeneas resultó “emocionante” para algunos, mientras que para otros “aburrido” o “sin sentido”.

Hirst explicó que no buscaba destruir su arte. De hecho, The Currency (La Moneda, en castellano) es una colección de 10 mil NFT que representan 10 mil obras suyas.

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Las producciones de Hirst físicas y virtuales permanecieron durante un año. Si bien se parecían, eran diferentes.

Ellas podían ser compradas por un valor cercano a los US$2.000. Hasta julio de 2022, los compradores podían quedarse con el NFT o cambiarlo por una obra física.