La cantautora estadounidense Cat Power lanzó un nuevo álbum en el que se fusiona con la esencia de Bob Dylan. Se trata de Cat Power Sings Dylan: The 1966 Royal Albert Hall Concert, en el que recrea el icónico concierto de Dylan en Londres que marcó un antes y un después en su carrera.

Chan Marshall, verdadero nombre de Cat Power, encontró inspiración en la música de Dylan desde los cinco años y ahora rinde tributo a un momento controvertido en la historia del folk. No es la primera vez que la artista versiona al autor de Blowin' in The Wind y Like a Rolling Stones, ya lo hizo en otros álbumes, aunque esta si es la primera en la que graba un disco entero con canciones suyas.

LEER MÁS: ¡Escuchate esto!, el libro que repasa más de medio siglo de música soul a través de sus canciones

El tour de Dylan en 1966 marcó un punto de inflexión al cambiar de guitarra acústica a eléctrica, desafiando las convenciones del folk.

Marshall, en sintonía con quienes consideran ese tour como crucial en la evolución del rock 'n' roll, explicó durante una entrevista con Consequence: "De alguna manera, Dylan es una deidad para todos nosotros que escribimos canciones.

Interpreta una primera parte acústica en solitario, tal como lo hizo Dylan, sólo con armónica y guitarra. Tiene versiones descomunales de algunas de las mejores obras del premio Nobel de literatura, incluidos Visions of Johanna, Desolation Row y Mr. Tambourine Man. Luego regresa para el segundo set con una banda completa para ofrecer un Dylan más puro: Ballad of a Thin Man, Just Like Tom Thumb’s Blues y cerrando, tal como sucedió en 1966, con el himno Like a Rolling Stone.

A diferencia del show original de Dylan, que lanzó como un álbum completo 22 años más tarde, en 1998, el set eléctrico de Cat Power es más una celebración que una pelea con el público. Ella nunca podría replicar esa energía combativa, pero no tiene por qué hacerlo. Si bien permanece fiel a las canciones y los arreglos en vivo, arroja luz sobre el genio de Dylan y la belleza de la música casi 60 años después del concierto original, al tiempo que deja su propia huella en la historia del rock.